¿Qué es un hosting web?
¿Te has topado con estos términos y no sabes a qué se refieren? Pues no te apresures, no es difícil de comprender y todos tienen el mismo significado.
Primero debes entender que el equivalente en inglés para “hosting” en español se traduce como alojamiento (espacio físico donde se aloja alguien o algo)
Así es, estamos hablando entonces de alojamiento web. Se trata del espacio que se alquila en un servidor para poder almacenar los archivos y datos necesarios para tu web.
Contratando ese espacio en un proveedor de hosting (agencia o empresario que presta el servicio de “alquiler”) tendrás la posibilidad de difundir tus proyectos por la web.
Después de esto, cualquiera con acceso a Internet puede visitar tu página web sin problemas a través de tu nombre de dominio.
El proceso es simple.
Apenas alguien coloque el nombre de tu dominio (marca, nombre o identificador único, equivalente a la dirección física de tu sitio) en la barra de direcciones del navegador, recibirá todos los archivos que tu almacenaste en el servidor. Permitiéndole con eso visualizar tu sitio web.
Ya sabes que toda la información importante de tus proyectos se va a guardar en los servidores (ordenadores súper potentes con muchísima capacidad).
Ahora bien ¿Cómo confiar en que estos funcionarán siempre a toda máquina? Pues depende mucho del proveedor de web hosting que hayas elegido.
Dicha empresa debe encargarse de mantener en funcionamiento perfecto el servidor correspondiente. Así lo protegerá de ataques maliciosos y velará porque mantenga la conectividad.
Haciendo esto asegura que el servidor pueda transferir el contenido (imágenes, texto, archivos entre otros) desde allí, hasta los ordenadores de los visitantes.
Obviamente, si no pagas el alquiler de tu hogar o vivienda con regularidad, quedarás en la calle. De la misma forma, los proveedores establecen tarifas que deben abonarse en un periodo de tiempo determinado (mensualmente, trimestralmente, anualmente) para disfrutar del servicio y que el servidor trabaje para ti.
En todas las compañías que ofrecen alojamiento web, se establecen distintos tipos de hosting y planes de contratación en función de las necesidades de tus proyectos.
Como cada usuario utiliza una mayor o menor medida de los recursos del servidor (memoria RAM, espacio del disco duro, ancho de banda) para uno o varios sitios web, se debe aclarar previamente cuanto usaremos de cada recurso.
Generalmente, son los alojamientos web más económicos y asequibles. Pueden resultar beneficiosos a pequeños emprendedores con proyectos en crecimiento o a empresas que van empezando a hacerse notar en el internet.
Son rentables para presupuestos reducidos puesto que se trata de un servidor subdividido en varias partes. Es decir, el disco duro del servidor está fraccionado en diferentes carpetas con capacidades predeterminadas para un sitio web.
Entonces ¿Por qué se le denomina host compartido?
Pues porque los sitios web alojados en dicho servidor deberán compartir la CPU, la memoria RAM y la conexión a internet con otras webs.
La clara diferencia de esta clase de alojamiento con uno compartido, es que dispondremos de mayor velocidad de procesamiento, espacio y ancho de banda.
Un VPS, cuenta con una fracción mayor del disco duro de un servidor para cada cliente. Asimismo, dispone de un sistema operativo propio y los recursos son asignados de forma independiente.
Por ejemplo, las tiendas online con un tráfico alto y miles de productos necesitan comprar estos planes. En la práctica, es como tener un servidor dedicado para ti solo. Sí, así como lees. Pero, por supuesto, será gestionado por la empresa que te aloja.
Tal y como su nombre lo aclara, los planes dedicados son servidores completamente destinados a tu uso. Con esto quiere decir que lo usarás para el provecho único de tus proyectos con un CPU, memoria RAM y conexión propias.
Evidentemente, son destinados a proyectos de gran envergadura que requieren de la utilización de muchos recursos independientes. Por tanto, su precio suele ser más elevado que otras promociones de alojamiento. Por supuesto, tienes ventajas innegables.
Entre todos, este tipo de hosting cloud está enfocado para proyectos con alta escalabilidad a nivel web. Los sitios de comercio electrónico (eCommerce y tiendas online) por ejemplo.
Así que terminas abonando el tiempo de uso de ciertos recursos ¿Cómo simplifica eso nuestra vida?
Cuando lo desees puedes ampliar y reducir la capacidad o los recursos elegidos. En cualquier momento obtendrás solamente lo que requieres para tus proyectos sin terminar abonando de más.
Este tipo de hosting implica consecuencias muy negativas si quieres un sitio web profesional.
Los recursos técnicos que ofrecen son muy limitados y compartidos entre muchos usuarios, por lo que, la mayoría de las veces, tu sitio web no será accesible para los usuarios.
A efectos de Seo no dan buenos resultados, ya que tu dominio es un subdominio de su hosting, por lo que no tienes ni nombre propio.
Además, tienen muchas carencias en cuanto a velocidad y optimización de tu página, que te pasan factura con los buscadores y con los usuarios.
Solo podemos recomendar un hosting gratis si vas a realizar alguna prueba pequeña de algún proyecto de cara a la investigación o el aprendizaje, pero nunca para un proyecto web propio.